España, Cuba y la tortura del aire acondicionado
La Coordinadora para la Prevención de la Tortura ha denunciado que, en 2015, 232 personas fueron víctimas de maltratos o torturas por parte de cuerpos policiales españoles (1). El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a España en 8 ocasiones (2). Pero, salvo excepciones, los grandes medios silencian estas informaciones. Mientras, en sus páginas leemos las hilarantes declaraciones del “disidente” cubano Guillermo Fariñas, quien acusaba a su gobierno de torturar a los detenidos poniéndoles muy frío el aire acondicionado (3).
13 personas muertas, 25 desaparecidas y decenas de heridas es el resultado del brutal desalojo policial de maestros en Oaxaca, México (4). La mayoría de titulares de la prensa internacional indicaba que las muertes se produjeron por “enfrentamiento entre profesores y fuerzas de seguridad” (5), ocultando que los fallecidos correspondían a una sola de las partes: la del profesorado en lucha contra la reforma educativa neoliberal del gobierno mexicano (6). ¿Se imaginan cómo variaría el titular de la noticia de haber ocurrido en Cuba o en Venezuela?
Si en EEUU, la policía decide arrestar a 145 personas en una protesta contra la deportación de inmigrantes –más de 2 millones han sido expulsados solo durante el mandato de Obama-, los diarios nos especifican que estaban “bloqueando la acera” (7). Pero si es en Cuba donde son arrestadas las llamadas “Damas de Blanco”, ¿creen Vds. que nos explican que estaban obstaculizando el tráfico mediante una sentada (8)?
Muchos medios enfatizan que, en 2015, más de 43.000 personas emigraron de Cuba rumbo a EEUU (9). Pero no nos cuentan que de Puerto Rico –con apenas un tercio de la población de Cuba- salieron 71.200 con el mismo destino. Curiosamente, Puerto Rico ha sido la colonia mimada de EEUU, y a donde multinacionales y administración han encauzado, durante décadas, gigantescas inversiones (10). Cuba, por el contrario, lleva 60 años de bloqueo total. Puerto Rico –recordemos- afronta una dura crisis financiera, con una deuda de 72.000 millones de dólares, y el gobierno local acaba de anunciar su impago (11).
El Estado de Israel sigue asesinando población palestina. En marzo, veíamos a un soldado pegando un tiro en la cabeza a un herido indefenso, en plena calle (12). Y no pasa nada. En las 22 cárceles sionistas, hay 7.000 presos políticos palestinos (13), 438 de los cuales son menores (14). Desde 1967, más de 750.000 personas de origen palestino han sido detenidas (15). Pero los medios no generan campañas de condena contra el gobierno de Israel, como sí lo hacen –de manera sistemática- contra los de Cuba o Venezuela.
Tampoco contra otros aliados políticos de la Unión Europea o EEUU que comparten una historia oscura de violaciones de derechos humanos. El gobierno de Turquía arrestaba hace unos días a tres periodistas por supuesta «propaganda terrorista» (16). Su delito: apoyar a un periódico pro kurdo, cuyo redactor jefe fue detenido en mayo (17). En Marruecos, en el mes de abril, moría el líder sindical saharaui Brahim Saika, después de cumplir una huelga de hambre y de haber sido torturado (18). Y un pastor nómada –también saharaui- era asesinado por disparos de soldados marroquíes en la zona desmilitarizada (19).
Pero ni Turquía ni Marruecos sufren el linchamiento mediático que precede a las condenas diplomáticas y las sanciones económicas. ¿Quizá tenga esto que ver con la necesidad –por parte de la Unión Europea- de contar con gendarmes fieles que sigan poniendo freno a la llegada de refugiados e inmigrantes (20)?
Por cierto, ¿los medios de comunicación no eran un “elemento de control” y un poder “independiente” del poder político?
(1) http://www.eldiario.es/
(3) http://www.elmundo.es/
(4) http://www.rebelion.org/
(10) http://www.cubadebate.cu/
(11) http://internacional.elpais.
(12) http://internacional.elpais.
(13) http://www.librered.net/?p=
(15) http://www.rebelion.org/
(16) http://www.elmundo.es/
(18) http://www.librered.net/?p=
(19) http://www.elmundo.es/
(20) http://economia.elpais.com/
José Manzaneda, coordinador de Cubainformación