André Abeledo Fernández •  Opinión •  30/11/2024

Sin conciencia de clase caminamos hacia el desastre

Warren Buffet: «hay una guerra de clases y la estamos ganando los ricos».

Un FACHAPOBRE confunde a un autónomo con un gran empresario, no entiende que un autónomo es un trabajador por cuenta propia y no parte de la patronal, no entiende que el enemigo de la pequeña empresa no son los derechos de los trabajadores sino los privilegios de las grandes multinacionales y la competencia desleal. 

El FACHAPOBRE piensa que por lamer las botas del amo forma parte de la familia, no llega a mascota. 

Los fascistas no son respetables, son una amenaza.Punto de partida esencial: quienes votan fascismo no son respetables, porque no todas las ideas son respetables. 

SIONISMO, FASCISMO, NAZISMO, no son ideologías respetables, son ideologías supremacistas, genocidas, irracionales.

El SIONISMO, el fascismo, el NAZISMO, el machismo, la homofobia, la pederastia, el racismo, la xenofobia no son respetables, no todas la ideologías, no todas las opiniones, no todas las ideas o creencias son respetables.

Es necesario decir la verdad, porque decir la verdad continua siendo un acto revolucionario, se paga caro, pero sin la verdad todo estará perdido.

«Nadie es más odiado que aquel que dice la verdad». Platón.

«Lo que los fascistas odian por encima de todo es la inteligencia». El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando. Miguel de Unamuno.

«Aprendí hace mucho a no luchar con un cerdo. Tú te ensucias y al cerdo le gusta». George Bernard Shaw

Mark Twain: «Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia». «Es más fácil engañar a la gente que convencerlos de que han sido engañados».

No debemos comportarnos como la derecha, ni como la socialdemocracia, debemos tener la verdad como bandera y la mentira como enemigo.

La perdida de conciencia de clase nos ha hecho mucho más débiles y nuestra debilidad fortalece a los poderosos, a las grandes multinacionales, una clase trabajadora sin organización es incapaz de defenderse ante lo que nos viene encima.


Opinión /