Asociación de Mujeres •  Opinión •  31/01/2017

El asesinato de una mujer es una terrible bofetada de realidad y espanto

La Asociación de Mujeres “María de Padilla” lleva 30 años luchando contra las desigualdades y sensibilizando a la sociedad contra la violencia de género y apoyando a las víctimas.

Cada asesinato nos empequeñece de forma colectiva e individual. Nada hay más desigual que perder la vida a manos de quien ha prometido cuidarte y manifiesta que te quiere. Acabamos de empezar el año y en este mes ya son cinco las mujeres asesinadas por la violencia de género. Estamos asistiendo a un incremento de la violencia, en todas sus formas, en todas las edades, de forma exponencial.

Y cuando parece que la muerte siempre golpea a los demás, resulta que un día se queda en nuestra puerta. El sábado una mujer fue asesinada en Castilla La Mancha, en Toledo, en Seseña, todos los indicios apuntan a un nuevo caso de violencia de género. El asesinato de esta mujer es una terrible bofetada de realidad y de espanto que debería conmovernos más allá de cualquier gesto.
La violencia de género no es una gripe estacional, ni una epidemia pasajera. Es la consecuencia de las desigualdades sociales, educativas, laborales y económicas de una sociedad enferma. Una sociedad que espolea una y otra vez a las mujeres cuestionando y ninguneándolas a través de las tendenciosas y antiguas políticas patriarcales. “El machismo, como cualquier otra maquinaria de poder, se renueva, se reinventa, se amolda para no morir” (Prefiero a El Fary, Barbijaputa), mientras las mujeres seguimos siendo asesinadas.

Nosotras sólo somos una modesta asociación, pero queremos hacer un llamamiento a los poderes públicos, a los políticos, a la comunidad educativa… a toda la sociedad para que nos unamos contra la violencia de género; y que, más allá de los gestos, se actúe con contundencia.
No sirven ya los gestos, no. Necesitamos actuaciones legales y educativas que protejan a las mujeres víctimas y a sus hijos. Necesitamos políticas que eduquen en la igualdad desde las guarderías.

Hacemos un llamamiento a las mujeres a defender y ejercer sus derechos, porque nadie nos ha regalado nunca nada. Nuestro compromiso está con las mujeres y la igualdad y ahí nos van a encontrar siempre. Las pancartas son nuestros grafitis para la memoria colectiva, pero la lucha y la conquista de los derechos debe ser nuestro legado para el futuro y ese depende de la solidaridad de la sociedad y del quehacer legislativo de nuestras instituciones y gobiernos que deben despertar y, más allá de un grito, deben empujar para que esta palabras se conviertan en una realidad: ¡BASTA YA!


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