Izquierda Castellana •  Opinión •  31/07/2024

El imperialismo: 25 años luchando contra el chavismo y 25 años perdiendo

El imperialismo: 25 años luchando contra el chavismo y 25 años perdiendo

Asistimos al enésimo intento de desacreditar las elecciones en Venezuela y, en general, al proceso antiimperialista y revolucionario en ese país.

Desde que Chávez ganó por goleada las elecciones en Venezuela en 1999, el imperialismo, acompañado de la reacción venezolana, ha intentado desacreditar el proceso puesto en marcha. No es de extrañar, porque el ‘chavismo’ supuso no un cambio de Gobierno en Venezuela, sino de Sistema, así como de alianzas internacionales. Se llevó adelante un proyecto de poder popular real al servicio de las clases trabajadoras. Eso para la oligarquía venezolana y para el imperialismo era y sigue siendo inasumible. A lo largo de estos 25 años lo han intentado todo, pero siempre han salido derrotados, incluyendo el Golpe de Estado del 2002.

En esta ocasión lo vuelven a intentar, pero cada vez tienen menos crédito entre la sociedad venezolana y ante la comunidad internacional, excepto entre quienes por su propia naturaleza siempre van a apoyar los posicionamientos del Imperio. No es de extrañar, aunque no deja de entristecer, que el Gobierno chileno se haya incorporado plenamente a esa línea; ¡ay si Allende levantase la cabeza! Los países que representan el frente antiimperialista, que agrupan a la mayoría de la población e incluso la mayoría del PIB mundial, no solo aceptaron los resultados, sino que felicitaron a Maduro por su reelección.

El imperialismo y la oligarquía venezolana criminal están utilizando, a sabiendas de que no tienen ninguna posibilidad de materializar su proyecto, a los sectores más desclasados de los trabajadores/as venezolanos/as, lo que el marxismo define como lumpenproletarido, para que salgan a la calle a enfrentarse con el Ejército y las fuerzas policiales, cohesionadas con el proyecto bolivariano y reconocedoras de los resultados de las elecciones del pasado 28 de julio. Esta oligarquía no envía a sus hijos a las guarimbas, sino que paga a estos sectores desclasados unas cantidades de dinero (se dice que 150 dólares diarios, que son una pequeña fortuna en Venezuela) y los atiborran de drogas. Es curioso que dentro de esas movilizaciones se coree la consigna “no tenemos miedo”. Es una auténtica tragedia para los sectores populares que entran en esa trampa descarada del imperialismo y la oligarquía; parece ser que ya habido varios muertos, y seguramente mientras duren las guarimbas, habrá más. Por suerte, la actitud de las fuerzas policiales es prudente y respetuosa con los derechos humanos, lo que no ocurre con los guarimberos, quienes no tienen líneas rojas en su agresividad.

El imperialismo, que sabe que no hay posibilidad de voltear el resultado político y electoral en Venezuela, cuenta con la esperanza de tensionar la situación en América Latina para favorecer su estrategia de guerra global. Tienen mucho interés en que algunos Estados latinoamericanos se posicionen al menos de formal neutral ante esa hipotética guerra, o si es posible, que la apoyen. Venezuela les parece una buena herramienta para trabajar en esa dirección.

El movimiento popular venezolano dará una lección de madurez, organización y responsabilidad ideológica y política, además de mantener una ubicación más que adecuada en el escenario internacional. Ahí estaremos todos los sectores del movimiento antiimperialista internacional, que somos más y mejores. Venceremos.

Izquierda Castellana, 30 de julio de 2024.


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