Cuando el escudo oculta el desnudo
“Desnudo: patente, claro, sin simulaciones o falsedades. Sinónimos: obvio, manifiesto, notorio. Antónimo: oculto”. RAE.
Tenemos que ser necesaria e intencionadamente esquizofrénicos. Porque sufrimos una realidad esquizofrénica. Porque si ellos -unos pocos- se enriquecen a costa de nosotros -otros muchos- entonces hasta el llamado “escudo social” puede esconder el saqueo desnudo.
El saqueo al desnudo
La gran banca española bate un nuevo récord de beneficios en 2024. Los seis principales bancos españoles -Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja- han ganado en conjunto en 2024 la cifra histórica de 31.768 millones de euros, un 21 % más que en 2023, con lo que logran un nuevo récord. Y ello, pese a destinar cerca de 1.500 millones a pagar el impuesto extraordinario a la banca, al que acusaban de lastrar su futuro y su viabilidad. Santander se anota el mayor resultado, con un beneficio histórico de 12.574 millones. BBVA, en segundo lugar, ganó 10.054 millones. CaixaBank obtuvo 5.787 millones y el Sabadell, 1.827 millones.
España ha pasado a ser designada como “la locomotora económica de Europa”. Crece a un ritmo (el 3%) que triplica la media de la UE (el 0,8%), mientras que Francia y sobre todo Alemania están estancadas, por lo que España aporta el 40% del crecimiento de la UE. Y todos los organismos nacionales e internacionales han actualizado sus datos para certificar que la economía española avanza a un ritmo mayor que el previsto.
Pedro Sánchez afirma que “el buen desempeño de la macroeconomía está ayudando a mejorar la vida de la gente, lo que se ve en la recuperación del poder adquisitivo”. Sin embargo, la realidad de la economía española -la que nos afecta a cada uno de nosotros- es la de una lluvia de millones para los grandes bancos, oligopolios monopolistas y fondos extranjeros, sobre todo, estadounidenses -que ganan más que nunca- mientras que una gran mayoría vemos disminuir nuestra renta real a golpe de la subida de los precios, alquileres, hipotecas, préstamos e impuestos.
Empobrecimiento generalizado
El aumento de la desigualdad es el gran problema que enfrentamos, oculto tras la fachada del crecimiento económico. El “Paquete de Otoño del Semestre Europeo” -una radiografía social publicada por la Comisión Europea- nos señala el reverso más oscuro del crecimiento económico español. Durante los últimos dos años, los de mayor crecimiento, la población en riesgo de pobreza y exclusión social aumentó al 26,5%, porcentaje que se eleva al 34,5% entre los niños. Son tasas muy por encima de la media europea a pesar de ser la cuarta economía de la zona euro.
También señala como punto crítico “la persistente alta tasa de pobreza entre quienes tienen trabajo”. Debido a los sueldos bajos un 12% de los trabajadores -2,5 millones- son pobres. Pero ésta es sólo la parte más dura de un fenómeno mucho más extendido. Según el Instituto Nacional de Estadística el 59% de la población, a pesar de no estar en peligro de exclusión, somos más pobres, hemos perdido poder adquisitivo.
La OCDE certifica que España sigue siendo hoy uno de los países europeos donde más se ha recortado el salario real. La inflación se ha comido los muy moderados aumentos salariales. Y la realidad es que hoy nuestro poder adquisitivo es un 4% menor que en 2019. Entre 2019 y 2024 el precio de los alimentos ha subido 14 puntos más que los salarios, más los alquileres disparados y las hipotecas crecientes, nos condenan a muchos de nosotros.
Lo sufrimos las familias, pero también lo sufren las pequeñas y medianas empresas. Hoy pagan el doble que intereses a los bancos que pagaban en 2019, el 62% más por la luz a las eléctricas, y el 35% más a las empresas monopolistas que controlan los insumos necesarios para su actividad.
Incluso el Banco de España constata el empobrecimiento de las familias españolas desde 2002. Los más jóvenes acumulan menos riqueza que sus predecesores, al contar con menos viviendas en propiedad. Mientras la riqueza neta en manos del 5% de los hogares más ricos ha aumentado en casi 7,3 puntos en diez años, la mayoría nos hemos empobrecido.
Así, los nacidos en torno a 1960 tenían algo más de 200.000 euros de riqueza neta mediana a los 45 años, casi el doble de los 107.031 euros de los nacidos en los años 80 del siglo pasado a esa misma edad. Y el porcentaje de españoles con vivienda en propiedad no deja de reducirse, según la encuesta, sobre todo para los nacidos después de 1985, los que hoy tienen menos de cuarenta años.
Redistribuir la riqueza, escudo para todos
“En España afrentamos una crisis de acceso a la vivienda sin precedentes, agravada durante años por recortes en nuestros sistemas de salud y educación en favor de la privatización de los servicios públicos más esenciales. Gravar con mayor progresividad las grandes fortunas y las rentas de capital de los superricos de nuestro país, permitiría financiar un escudo social que no solo proteja a las personas más vulnerables, sino que impulse el desarrollo y el bienestar de toda la sociedad”. Palabras de Franc Cortada, director de Oxfam Intermón.
El llamado “escudo social” actual trata de ayudar a los más necesitados -lo que nos parece muy bien- pero lo pagamos los demás, menos empobrecidos, con nuestros impuestos. La gran banca, los oligopolios monopolistas y los fondos extranjeros en realidad no pagan impuestos -lo que nos parece muy mal- porque son los que tienen que pagar el “escudo social”, y además podríamos reindustrializar España y elevar el nivel de vida de la mayoría social.