Cristóbal León Campos •  Opinión •  02/01/2025

Cuba: continuidad socialista con unidad

Cuba: continuidad socialista con unidad

El pasado 20 de diciembre, como en los tiempos más álgidos de la Guerra Fría, el pueblo cubano salió a las calles habaneras y de otras entidades isleñas para enviar un mensaje claro al imperialismo estadounidense y a todo aquel que se empecina en hablar de que la Revolución “está proceso de involución”, pues más de 500 mil cubanas y cubanos, junto al presidente Miguel Díaz-Canel y al histórico comandante Raúl Castro, marcharon entre militantes comunistas, intelectuales, integrantes de las comunidades académicas, culturales, artísticas, sectores de trabajadores proletarios, colectivas feministas, sindicatos, familias y ciudadanos que llenaron el Malecón y avanzaron en un ejercicio político y civil que demostró fuerza y unidad, bajo la consigna general “¡Contra el bloqueo!”, medida que los gobiernos de los Estados Unidos han impuesto unilateralmente desde hace más de sesenta años a Cuba con el fin de tratar de derrotar el proceso revolucionario, siendo un acto terrorista del imperialismo que cínicamente tiene al país caribeño en una lista inmoral de países que supuestamente “promueven el terrorismo”, cosa que todo mundo sabe es falso, ya que la única promotora de la muerte en el mundo es la voracidad capitalista del imperio ya en decadencia.

Las imágenes hablan por sí solas, pues muestran a miles de cubanas y cubanos en unidad frente a la Embajada de los Estados Unidos dispuestos a continuar la lucha y la resistencia ante los embates imperialistas de una guerra económica que se recrudece año con año y que, sin duda, afecta a la vida del pueblo cubano generando escasez, pero que hasta hoy no ha logrado mermar el ánimo general del pueblo ni su deseo de prolongar la construcción del socialismo, pues si bien ha habido, a lo largo de más de seis décadas, acontecimientos que reflejan periodos de agudización social, como los sucesos durante la pandemia, estos han sido coyunturales y han sabido ser resueltos por el gobierno socialista, y claro que hay situaciones y aspectos que mejorar para alcanzar un mayor bienestar social, pero la fuerza que da la unidad entre sociedad y gobierno ha permitido la continuidad de la Revolución cubana.

La marcha, censurada por los medios de comunicación y monopolios desinformativos al servicio del imperialismo, resultó también en un ejercicio de concientización y politización de la sociedad que no olvida los crímenes imperialistas, ya que el bloqueo económico genocida ha generado pérdidas millonarias al pueblo cubano y dificultado sus procesos productivos, sin que pueda mermar la gran labor socialista en campos como la educación, la medicina, el deporte, el arte y la cultura, siendo actividades donde justamente el imperialismo estadounidense se ve cada día más derrotado, pues el desarrollo humano de manera integral y con un sentido realmente humanista se pierde entre las guerras y las condiciones de pauperización que, aunque se nieguen, acontecen en el seno de la sociedad estadounidense. No por nada la violencia interna en la población estadounidense es una estadística creciente que ubica al país imperialista a la cabeza de la lista de naciones con crisis internas agudizadas, algo de lo que se habla muy poco por el control mediático, mientras que el pueblo cubano avanza con el internacionalismo que ahora tiene como vanguardia a las campañas de médicos, docentes y deportistas en gran parte del mundo.

El mensaje de fuerza y unidad enviado por el gobierno y el pueblo cubano llega en un momento justo, cuando la amenaza de guerra mundial vuelve a ocupar las columnas de editorialistas y analistas, y cuando se aproxima el segundo periodo presidencial de Donald Trump, quien en su primer mandato impuso centenares de nuevas medidas para recrudecer el bloqueo genocida, por lo que la finalidad es también informar al futuro presidente estadounidense que la Revolución continuará sin miedos y sin concesiones ante amenazas, pues el proceso revolucionario nos es una imposición, sino que sigue siendo la elección mayoritaria del pueblo cubano.

En estas fechas, el panorama internacional es por demás complejo, los efectos económicos del bloqueo y de las crisis generadas por las guerras no hacen promisorio un periodo de bonanza para la mayoría de las naciones, al contrario, las crisis económicas y los ciclos de letargo productivo tienen las puertas abiertas en un mundo deshumanizado, conflictuado por el deseo imperialista de destruir y despojar la riqueza y la dignidad de los pueblos, como ahora acontece con el pueblo palestino asediado por el genocidio cometido por el sionismo israelí. Y es ahí nuevamente donde está Cuba, la Cuba socialista, la isla rebelde, significando hoy, como ayer, la esperanza y el ejemplo de que sí se puede hacer frente al imperialismo y luchar por la construcción de un mundo mejor, un mundo con un real sentido humano como plantea el socialismo.

Ya son 66 años de Revolución, de dignidad, de socialismo, y vendrán muchos, muchos más, pues Cuba resiste con dignidad y no está sola.


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