La pobreza mata: acampan en Vigo para reclamar soluciones
El inicio de la acampada tuvo lugar el pasado viernes y se mantendrá indefinidamente hasta que las instituciones públicas den soluciones creíbles, más allá de promesas que se lleva el viento, y más ahora que no hay campañas electorales a la vista.
Ante el continuo goteo de casos de personas sin techo que se van acumulando en las calles de la ciudad, muchos provenientes de desahucios -por más que el alcalde se empeñe en negar que los hay- diferentes colectivos ciudadanos han iniciado una nueva acampada frente al Ayuntamiento vigués. Juan Miguel Corolla, que ya había estado en su día pasando noches de frío y lluvia frente a la sede de la concejalía de Bienestar Social se sitúa ahora, de forma indefinida, bien visible ante toda la corporación municipal, a fin de reclamar en esta ocasión justicia social para otras personas.
Conocedor, como víctima, de lo que es dormir en la calle, tuvo que recurrir a aquella acampada para que le concedieran las ayudas sociales. Esas que a mucha gente no les dan o cuyos expedientes se acumulan en la mole del edificio del Ayuntamiento que a su vez culpa a la Xunta de los retrasos de la concesión de la RISGA. Entre el PSOE -que goza de mayoría absoluta en el Ayuntamiento- y el PP -que la tiene en la Xunta- comparten competencias en la materia y si algo funciona mal… la responsabilidad es de la otra institución.
En esta ocasión ha sido la Xunta la primera en ponerse a disposición de los acampados -además de Juan varias personas pernoctan con él- y serán recibidos en los próximos días a fin de buscar una solución a la problemática, entre otras muchas, de la vivienda. En esta ciudad, con numerosos edificios públicos de diferente titularidad sin uso y un montón de pisos en manos de la banca sin vender, varios centenares de personas duermen en la calle. Otras en infraviviendas. Más tienen que oKupar con los riesgos que ello conlleva.
Además de la vivienda, las prestaciones sociales serán otro de los temas a tratar, a fin de agilizar los trámites para que nadie tenga que morir por ser pobre. Porque ya van varios casos conocidos que fallecen, por ejemplo, entre las ruinas del abandonado Asilo del Barrio del Cura.
El inicio de la acampada tuvo lugar el pasado viernes y se mantendrá indefinidamente hasta que las instituciones públicas den soluciones creíbles, más allá de promesas que se lleva el viento, y más ahora que no hay campañas electorales a la vista.