La ARMH reclama al Gobierno que se termine con la censura en la librería del Valle de los Caídos

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha dirigido un escrito al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, responsable político de Patrimonio Nacional, para que se termine con la censura en el Valle de los Caídos y que la librería que se encuentra a la entrada de la basílica ofrezca a los visitantes libros y documentales que cuenten la verdadera historia del monumento, la biografía de los presos políticos obligados a trabajar en su construcción como esclavos o los pingües negocios que hicieron en su construcción algunas empresas constructoras, protegidas por el dictador, que se forraron gracias a la mano de obra de los esclavos políticos y a la enorme corrupción de la dictadura. 

En su petición, hecha por registro oficial, se explica la situación y se reclama el fin de la censura editorial y audiovisual.

En el Valle de los Caídos no hay ningún elemento narrativo que cuente la historia real del monumento, de los presos políticos obligados a trabajar en él, los miles de cuerpos enterrados en sus criptas o cómo Franco gastó enormes cantidades de dinero para construir una pirámide en la que una vez enterrado su cuerpo pasara a la eternidad. 

Cualquier visitante que acuda al recinto sin conocer su historia entra y sale sin recibir información elaborada en democracia. El Valle sigue contando lo que el dictador quiso que siguiera contacto. Ningún Gobierno democrática, desde 1977, ha incluido elementos informativos que acaben con el negacionismo de la dictadura. 

A la entrada de la Basílica, en suelo no sacralizado, existe una tienda de recuerdos y libros. Pero en sus estanterías no se ofrecen publicaciones ni películas que permiten conocer la verdadera historia del Valle de los Caídos, el contexto en el que se construyó el monumento, las biografías de alguno de los presos políticos obligados a trabajar en él como esclavos, la de los negocios que hicieron algunas empresas constructoras utilizando mano de obra de esclavos políticos, el uso y planificación de campos de concentración durante la dictadura o el papel de la iglesia católica como herramienta de represión política y moral y la importancia de su legitimación del dictador. 

Exigimos que en la tienda que existe en el interior de la basílica se termine con la censura y el negacionismo y se abran sus estanterías a libros y documentales que han contado la verdadera historia del monumento y que se termine de proteger en sus estanterías la imagen de la dictadura como si desde un espacio cuya propiedad pertenece a un estado democrático se intentara pasar de puntillas por lo que hoy se conoce de la historia de la dictadura y con ese silencio bibliográfico se quisiera ayudar a mantener una cierta honorabilidad del dictador.

Para el presidente de la ARMH, Emilio Silva, “el Valle de los Caídos es un recinto en el que no ha entrado la democracia. Ningún Gobierno ha intervenido en él para incluir elementos que cuenten su historia, como si todavía fuera un cortijo de la dictadura o no se quisiera molestar la sensibilidad de los franquistas. Hay muchos libros y documentales que cuentan su historia y ayudan a quienes lo visitan a conocer y comprender su verdadera dimensión. Libros como la autobiografía de Nicolás Sánchez Albornoz, que después de ser condenado consiguió escapar de allí deberían ser prioritarios dentro de la labor de información y pedagogía de una librería que depende de Patrimonio Nacional”.