ABI •  Internacional •  22/03/2023

El presidente de Bolivia Luis Arce planteó que la ONU declare el 2024 como el “Año internacional del agua para la vida”

Llamó a tomar las acciones propuestas por Bolivia.

El presidente de Bolivia Luis Arce planteó que la ONU declare el 2024 como el “Año internacional del agua para la vida”

 Nueva York, Estados Unidos, 22 de marzo de 2023 (ABI). – El presidente Luis Arce llamó este miércoles a todas las naciones del mundo, por encima de diferencias políticas e ideológicas, a trabajar en la construcción de un futuro cercano donde todas las personas tengan acceso a agua limpia y segura, asegurando la integridad de la Madre Tierra.

En ese marco, en  su intervención en la II Conferencia de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Agua, planteó que se declare el año 2024 como el “Año internacional del agua para la vida”.

En ese objetivo, señaló que se debe promover desde los Estados la participación activa de comunidades y organizaciones sociales que desemboquen en una “gran movilización” de acciones en todos los niveles para hacer frente a la crisis mundial del agua.

“Si queremos un futuro viable para las generaciones presentes y futuras, necesitamos redoblar las acciones y los compromisos para cambiar el sistema, concibiendo que otro mundo es posible, si nosotros lo hacemos posible”, indicó en el foro mundial de la ONU.

Arce dijo que se debe encontrar el equilibrio —utilizando recursos económicos, conocimientos científicos y ancestrales de los Estados del mundo y Naciones Unidas— para preservar el agua y el futuro de la vida pero garantizando su uso y disfrute por el conjunto de la humanidad y, en particular, de sectores vulnerables que hoy no tienen este derecho.

“Por ello hacemos un llamado a todas las naciones, para que por encima de nuestras diferencias políticas e ideológicas, que es normal que existan, trabajemos en la construcción de un futuro cercano donde todas las personas tengan acceso a agua limpia y segura, asegurando la integridad de nuestra Madre Tierra.

Recordó que el cuerpo humano está compuesto en un 65% de agua y 70% el cerebro, “por lo que somos agua y toda forma de vida depende del agua”.

Sobre base de la sabiduría de los pueblos que conforman el  Estado Plurinacional de Bolivia y sus organizaciones sociales expresada en diversos espacios de consulta en preparación para la Conferencia, el mandatario hizo un llamado a tomar las siguientes acciones:

 a) Reafirmar el derecho al agua potable y al saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos, como fue establecido en la Resolución 064/292. Esta resolución debe ser respetada, y fundamentalmente garantizada para todas las personas y sus sistemas de vida, precautelando también su derecho al desarrollo integral y sostenible, erradicando la pobreza en sus múltiples formas y proporcionando respuestas institucionales adecuadas ante futuras pandemias y otras crisis.

b) Reconocer en la próxima Asamblea de la Tierra del año 2024, que el agua es el centro de la vida, estableciendo además a los ríos, lagos, glaciares, acuíferos, cuencas, sistemas de vida vinculados al agua y la Madre Tierra, como sujeto colectivo de derechos, escuchando su vulnerabilidad y haciendo eco de la amenaza actual que sufre su existencia en todos los lugares del mundo.

c) Crear un mecanismo intergubernamental permanente del agua en Naciones Unidas, que promueva el manejo, la gestión y la conservación del agua, la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral en el marco del cumplimiento de los objetivos internacionalmente acordados relativos al agua, fortaleciendo los compromisos políticos, económicos, sociales, ambientales y culturales; priorizando siempre el interés colectivo por encima de otros.

d) Solicitar el nombramiento de un enviado especial de las Naciones Unidas para el agua al servicio de los Estados, que tenga como misión, activar este mecanismo, debiendo al mismo tiempo informar sobre sus acciones de seguimiento al pleno de la Asamblea de manera permanente.

e) Reconocer a las autoridades de la gestión comunitaria del agua y el saneamiento básico de los Pueblos Indígena Originario Campesinos y de las comunidades locales, que desde su concepción protegen el agua como sustento de la vida; promoviendo incentivos de diverso tipo para su ampliación y fortalecimiento.

f) Establecer la condonación de deudas de los países en desarrollo cuyos recursos financieros hayan sido asignados a la provisión de acceso al agua, a la adaptación hídrica y la resiliencia climática, en función a perdidas y daños sufridos.

g) Exhortar a los Países Desarrollados a que proporcionen mayores recursos financieros, asistencia y transferencia de tecnología a los eufemísticamente denominados “países en desarrollo”, a través de los organismos internacionales y multilaterales para conservar el agua y amortiguar los impactos de la crisis hídrica.

h) Exhortar a que todos los países actualicen las legislaciones nacionales para garantizar la protección y conservación de las fuentes de agua, el acceso equitativo y justo al agua para todos los usos y por todos los seres vivos, promoviendo la participación de mujeres, jóvenes, pueblos indígena originario campesinos, pueblos afrodescendientes y grupos vulnerables.

i) Reconocer la importante interrelación que existe entre el agua y la soberanía alimentaria de nuestros pueblos, la generación de energía y el mantenimiento de los sistemas de vida como base fundamental, bajo un esquema integrador y de restauración de la armonía con la Madre Tierra.

j) Visibilizar al agua como un elemento de paz e integración de los pueblos, mediante el cual los estados cooperan para garantizar la protección de las fuentes de agua y el uso razonable y equitativo de las cuencas y acuíferos transfronterizos.

Rdc/Mac


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