Agencia SINC •  Analía Iglesias •  Ciencia •  19/08/2023

Descubierta una nueva especie de planta en la Sierra de la Sagra, Granada

  • Linaria sagrensis, recientemente hallada en el pico calizo más alto del sur de la península ibérica, ha sido descrita por primera vez por investigadores de las universidades de Granada y Almería, junto al Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica. Esta pequeña y resistente flor, que crece en canchales de alta montaña, se enfrenta a la amenaza del aumento de las temperaturas y el turismo deportivo.
Descubierta una nueva especie de planta en la Sierra de la Sagra, Granada

Hay entornos naturales en los que nuestrahuella ecológicase materializa directamente. Así ocurre en ciertas zonas de alta montaña, donde nuestraspisadasde montañeros o excursionistas pueden acabar con algunasespecies endémicasde flora a las que no se nos ocurre prestar atención ni evitar aplastar. A nuestros ojos, estas pueden parecer apenas como unas florecillas silvestres entre las piedras, sin imaginar que para la botánica tienen un valor difícilmente cuantificable.

Este es el caso deLinaria sagrensis(familiaPlantaginaceae), recientemente hallada en la sierra granadina de laSagray descrita por primera vez por un grupo de investigadores del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA), junto aautores de la Universidad de Granada (UGR) y de la de Almería.

“A pesar de encontrarnos en 2023, todavía quedan especies no descritas en la península Ibérica”, anuncia el botánico Francisco Bruno Navarro Reyes con entusiasmo al presentar el reciente trabajo de investigación, cuyos resultados se han publicado en la revista Nordic Journal of Botany.

Su satisfacción se comprende cuando se toma consciencia de que elpaisajees unecosistemaen el que todos los elementos, por insignificantes que parezcan, están entrelazados, soninterdependientesy cumplenfuncionesmuy específicas.

Así, en el primer artículo científico dedicado a laLinaria sagrensis,se la menciona como una planta que brota en loscanchales calcáreosde laalta montañamediterránea, más precisamente, en el sureste de la península Ibérica, al tiempo que se la compara con sus parientes morfológicamente más cercanos.

Una vida entre las piedras 

Esta planta endémica de la Sierra de la Sagra se caracteriza por serperenne, de apariencia peluda, con inflorescencia densa y corimbiforme (abierta y racimosa). Su corola es pequeña, rosa-violeta, con venas oscuras y paladar entre amarillo y anaranjado,según su detallada descripción en el resumen del artículo científico.

En el paisaje real, una pequeñaflor morada con destellos amarillosse abre paso entre las piedras por donde, a veces, pasa un botánico que repara en ella.

Se trata de “una especie de planta vascular que tan solo viveen la cumbrede esta sierra en Huéscar, Granada, porencima de los 2 000 m de altitud”, a la que los especialistas llaman ‘glerícola’ o ‘glareícola’ ya que “solamente vive engleras(canchales)de piedras y gravasfuertemente inclinados y móviles”, según detalla Navarro a SINC.

“Sonhábitats muy especiales(incluidos en la Red Natura 2000), donde solo algunas especies son capaces de vegetar” y, por tanto, suelen figurar en “listas de “especies raras y/o amenazadas (como en los casos de laCrepis granatensiso laPlatycapnos saxicola)”, describe.

Consultado acerca de lo curioso de estos hallazgos en zonas relativamente cercanas a grandes urbes, el investigador se explaya: “La península Ibérica y concretamente las Sierras Béticas son lo que se denominan ‘puntos calientes de biodiversidad‘ (biodiversity hotspots), gracias a su diversidad orográfica, geológica, edáfica y climática, así como a su situación latitudinal, que ha facilitado el refugio de numerosas especies de épocas y climas pasados”.

“Junto a esta alta diversidad–añade–, la inaccesibilidad de amplias zonas de algunos macizos montañosos importantes como la Sierra de la Sagra, Cazorla, Castril o Sierra Nevada hace que aún a día de hoy sigan apareciendo nuevas especies o poblaciones que no habían sido descritas previamente, pese a que las exploraciones botánicas comenzaran a principios del siglo XIX”.

Algo similar sucede, según explica Navarro, en “zonas de estepas y altiplanicies semiáridas como la depresión de Guadix-Baza”, que “han sido poco estudiadas”. A ello hay que unir “el amplio conocimiento taxonómico que hay que reunir paradiscernir en el campoqué puede ser una especie nueva de lo que no, lo cual solo estáal alcance de muy pocos especialistas, cada vez más escasos”, argumenta.

¿Cuál es la razón de esta merma de botánicos con un conocimiento integral de los territorios?, es la pregunta que se le plantea. Navarro argumenta: “Hoy en cienciase tiende a la superespecialización(enfoque en especies o grupos concretos), lo cual genera una gran miopía general, no solo en el campo ambiental”.

A su juicio, “teneramplios conocimientos taxonómicossupone mucho esfuerzo de estudio y reconocimiento que no se prima en unsistema científico altamente competitivocomo el actual”.

Cumbres no exentas de peligro

Esta humilde flor de los canchales, quedejó de ser anónimagracias a la mirada atenta de botánicos como Navarro, de momento tiene una biografía breve. “La especie se descubre en junio de 2021” y, las consecuentes “prospecciones y muestreos nos servirían para su confirmación y el estudio comparativo posterior hasta su publicación”, relata.

No obstante, tanto la Linaria sagrensis como otras plantas con nombres y apellidos recientes corren riesgos inminentes en el actual escenario del calentamiento global y por las nuevas condiciones a que están sometidos los ecosistemas con la emergencia del turismo masivo.

“Los peligros que acechan a esta especie son, por un lado, el cambio climático, ya que vive en unas condiciones de alta montaña muy específicas y cualquier modificación puede afectar a su área de distribución actual, que se reduce aunos pocos kilómetros cuadrados”, confirma el botánico.

Por otro lado, advierte que “el descontrol de las actividades deportivas en la naturalezaestá afectando a la conservación de esta especie (y otras igual de raras o amenazadas) ya que las gleras o canchales de la Sagra son el lugar elegido por muchosmontañerospara el ascenso y, sobre todo,el descensode este imponente macizo montañoso, pese a ser un hábitat de protección prioritario”.

Ante la pregunta sobre las medidas depreservaciónque sería necesario establecer, el experto responde: “Pese a estar incluida en unaZEC(Zona de Especial Conservación), en la Sierra de la Sagrano se está aplicando ninguna medida de controlo regulación de lasactividades deportivasen la naturaleza salvo las estrictamente oficiales o de índole empresarial”.

En su criterio, “la principal medida que habría que tomar es desviar el tránsito de personas desde las zonas de gleras y canchales hacia otras habilitadas para estas prácticas deportivas que no pongan en riesgo estefrágil hábitat de montaña”, que se encuentra en «el pico calizo más alto del tercio sur peninsular».

La solución pasaría, en este caso, por “informar de la fragilidad de estos lugares de especial conservación y también persuadir (con alternativas) a los usuarios de este espacio”, sugiere.

Navarro también aclara que, actualmente, “la Sierra de la Sagra se encuentra enproceso de declaración de Parque Naturalpor la Junta de Andalucía, lo cual podría facilitar la protección de estas especies o hábitats prioritarios en el futuro”.

Asimismo, el científico lamenta que “esta nueva especie no esté incluida en elCatálogo Andaluz de Especies Amenazadas” y aboga por hacerlo “de forma inminente”. Así lo expone: “Desgraciadamente para Andalucía, este decreto está desactualizado ya que no ha sido objeto de ninguna revisión desde su publicación en laLey 8/2003 de la Flora y Fauna Silvestrede Andalucía”. A su juicio, la legislación debería incluir “los descubrimientos y avances en el conocimiento de la flora andaluza de estos últimos 20 años”.

Referencia:

Blanca, G. et al. «Linaria sagrensis (Plantaginaceae), a new high mountain species from the SE Iberian Peninsula». Nordic Journal of Botany (2023)


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