Falta de alimentos y medicinas provoca muertes de desplazados en RDC

Los fallecidos se registraron en solo cuatro días en el sector de Bantali Kilo, territorio de Djugu, y de acuerdo con la fuente la causa es la falta de asistencia médica y de recursos esenciales para las personas que huyeron de la violencia y se ubicaron en esa región.

El presidente de la sociedad civil de Mongwalu, Dieudonné Dedhunga, alertó sobre el deterioro de la situación humanitaria en esa ciudad minera y acerca del activismo de grupos armados en varias localidades.

“Hay personas moribundas a las que podemos enterrar, si no hoy, mañana. Ya llevamos doce en los últimos cuatro días”, dijo a Radio Okapi.

El pasado 9 de junio, tras un recorrido por Ituri, el coordinador humanitario para la RDC, Bruno Lemarquis, llamó a trabajar en soluciones duraderas para asegurar el regreso paulatino de un millón 300 mil desplazados que viven en esa provincia.

Lemarquis insistió en que no existen recursos para atender al número de personas que abandonó sus hogares debido a la violencia de grupos armados, y es preciso garantizar condiciones de seguridad en las comunidades para que los congoleños puedan retornar poco a poco.

Los desplazados de la localidad de Bule, en el territorio de Djugu, reafirmaron que se necesita el restablecimiento de la autoridad del Estado y un fuerte despliegue de las Fuerzas Armadas de la RDC, así como el desarme de las milicias que operan en el área, pues quienes han regresado voluntariamente fueron víctimas de ataques.

Según el último informe del Marco Integrado de Clasificación de la Seguridad Alimentaria (IPC), alrededor del 40 por ciento de la población congoleña, 40 millones de personas, se enfrentan a una grave escasez de alimentos.

Sin embargo, la situación más compleja la enfrentan los desplazados, que ya alcanzan los 7,3 millones de personas, de ellas 6,9 millones solo en las provincias del este del país, donde con mayor fuerza golpean los conflictos.

El Plan de Respuesta Humanitaria 2024, lanzado el 20 de febrero por Naciones Unidas, no alcanza para dar el frente a la gravedad de la situación, pues de los dos mil 600 millones de dólares que esperaba recaudar, hasta mediados de junio apenas llegaba al 26 por ciento.