María Isabel Ruiz Asensio •  Opinión •  17/12/2017

¿Lo sabías?: Tráfico de animales inocentes

Llega la navidad y esta vez no voy a centrarme en lo que me parece esta absurda fiesta que celebra el «nacimiento´´ de «algo´´ por lo que medio mundo anda en guerra desde hace siglos debido a ese fanatismo religioso que no tiene ni pizca de sentido, tampoco voy a puntualizar en exceso lo que pienso de una sociedad hipócrita y carente de humanidad que basa su felicidad en comprarse con un dinero que no le sobra más y más estupideces que no necesita con el fin de aparentar lo que no es intentando sorprender a alguien que no le importa en absoluto la verdad de una situación ridícula y patética.

Esta vez voy a dejar pasar lo extravagante que me parece todo en una época plagada de falsas sonrisas, luces de colores, excesivos adornos y mesas repletas de comida que acabará en el contenedor de la basura, procuraré hacer caso omiso a la fiesta que evoca la hipocresía, el consumismo y la vanidad para intentar concienciar de un problema que es de vital importancia en estas fechas y parece no importarle a nadie.

En navidad se disparan las compras de perros y animales de compañía pero detrás de todo este negocio hay una realidad dolorosa, una verdad que apenas se conoce y que se intenta ocultar con un lazo rojo a modo de collar en el cuello de un cachorro que actuará como juguete hasta que se cansen y lo abandonen en la calle a su suerte.

Las mafias que trafican con los perros de raza saben que la navidad es la época en la que una parte de la sociedad que solo piensa en la imagen y presume de las marcas gastará el dinero que le pidan en comprar un perro de raza mientras hay miles que mueren en refugios, perreras y protectoras, mientras hay cientos que una vez fueron ese regalo de navidad pero que ahora son el resultado de los actos de seres humanos caprichosos, irresponsables e inmaduros.

Por si no lo sabéis, la mayoría de los perros que se compran en estas fechas provienen de criaderos de Hungría, Eslovaquia y Eslovenia; son razas famosas y muy cotizadas, como yorkshires, bulldogs franceses, labradores y chihuahuas. Estos perros se crían en granjas donde los animales están en unas condiciones precarias, donde mueren de frío, hambre y sed. Las perras tienen camadas de cachorros encerradas en unas jaulas sin apenas movimiento y con escasa comida, y cuando ya no valen parar criar, las matan. Los cachorros son traidos hacinados en grandes furgonetas en un viaje de 72 horas a España para que se conviertan en el juguete de familias de clase alta que solo quieren presumir del cachorrito que se han comprado porque «pueden´´ permitírselo. Estas mafias falsifican el expediente y las cartillas veterinarias de los animales, borran la fecha y lugar de nacimiento e inscriben una nueva, todo para que quien trata a un animal como a una cosa pueda disfrutar solventando a delincuentes que se lucran con el tráfico de seres vivos hasta que se cansen y centren su atención en otro capricho pasajero descuidando o abandonando al animal que ha atravesado medio mundo solo porque era la moneda de cambio de cuatro gandules y parásitos incapaces de trabajar para ganarse la vida.

¿Sabes cuántos animales hay malviviendo en refugios esperando a que alguien los adopte? ¿Sabes cuántos perros hay tirados en la calle mendigando un poco de amor y de comida? ¿Sabes que si un refugio no puede acoger a más perros ha de empezar a sacrificar por orden de antigüedad de llegada? ¿Se merecen los animales morir por el capricho y rechazo del ser humano? Es urgente que nos concienciemos que los animales no son una cosa, que los animales sienten y padecen, que tener un animal es una responsabilidad y si decides ponerlo en tu vida has de entender que será para siempre.

Es difícil de erradicar la mafia de la venta de animales de raza porque hay infinidad de cínicos y presuntuosos compradores que permiten con su asqueroso dinero que este deplorable negocio esté en auge, pero también hay quien no sabe la verdadera situación que existe detrás de todos estos animales y por ignorancia se dispone a gastar un dinero en fomentar el fraude y el maltrato animal, el segundo caso puede tener solución aunque, por desgracia, esta sociedad está plagada de los primeros, de quienes solo piensan en las apariencias y en que todo lo bueno, noble y bello de este planeta tiene un precio.

Por favor, no fomentes esto, no fomentes la compra de vidas, no fomentes el maltrato animal, no fomentes la explotación de perras inocentes, no fomentes la absurda idea de que el dinero puede comprarlo todo.

NO COMPRE, ADOPTA!!


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